Hijo de un palestino y de
una mujer autóctona de Managua, llegó a ser el primer psicólogo titulado que
tuvo Nicaragua, y fundó la Escuela de Ciencias de la Educación de la UNAN,
institución que este año estará cumpliendo su cincuenta aniversario.
Este personaje es el
profesor Násere Habed López, emparentado por vía materna con el general José
Santos Zelaya, que creció en una familia de ideas amplias y afines al liberalismo,
y a quien su padre, Julián Habed Rasik, no le impuso su credo mahometano porque
el emigrante se adaptó a las costumbres nicaragüenses.
La libertad, la tolerancia
y el respeto a las ideas y creencias es la tónica que predominó en su hogar y
conformó su ambiente en la niñez y juventud. Hizo la primaria y la secundaria
en el Colegio Bautista, donde se bachilleró con honores. En ese centro, su
progenitora Sofía López Arce impartió clases.
Naseré, quien lleva más de
50 años de impartir clases (labor que continúa en la UNAN-Managua), nació en
Managua el 29 de octubre de 1926 en el barrio Santo Domingo, en la Calle 15 de
Septiembre.
Después de bachillerarse
viajó a Chile, ya que sus padres tenían ciertas posibilidades que le
permitieron ir a prepararse a una universidad de ese país sudamericano, donde
primero hizo la Carrera de Derecho, en la Universidad de Chile. Posteriormente
estudió Psicología en la Facultad de Filosofía y Educación de la misma alta
casa de estudios, donde se graduó de psicólogo en 1949.
Primer
psicólogo que tuvo Nicaragua
Al regresar a Nicaragua lo
invitan a formar parte del profesorado de las escuelas normales como profesor
de Psicología. El profesor Habed fue el primer psicólogo que vino al país, en
una época cuando las escuelas normales carecían de especialistas en psicología
y pedagogía.
Posteriormente fue
inspector general de las escuelas normales y llegó a ser el director general de
Educación Media en 1959. En ese cargo “percibí que todo el profesorado de la
Educación Media eran empírico, no había nadie graduado como profesor de
secundaria o de las escuelas normales. Unos eran bachilleres, otros abogados
que enseñaban Cívica, había médicos que enseñaban Ciencias Naturales”.
La primera escuela normal
para preparar profesores de primaria y de preescolar se creó en 1887 en
Granada. En esa época había profesores graduados 80 años atrás, pero “no había
nadie preparado para Educación Media”.
Esto llevó a Násere a
desarrollar una iniciativa destinada a crear un centro para formar profesores
para laborar en ese campo. En esa ocasión hizo un equipo con el profesor Fidel
Coloma González, quien había sido contratado por el Ministerio de Educación
para la enseñanza de Español y de Literatura.
También formó equipo con
otros profesores como Guillermo Rothschuh Tablada, Julio Hernández y Pedro
Quintanilla, con los que se dirigió a León para hablar con el rector magnífico
Mariano Fiallos Gil, y “lo convencimos de la necesidad de que la universidad
creara una Escuela de Ciencias de la Educación para atender el nivel de la
educación que tenía 100 años de retraso en relación con el desarrollo de la
Educación Media de otros países de América Latina”.
El rector Fiallos Gil,
convencido de la importancia del proyecto, apoyó la idea, y el 5 de julio de
1960 dictó un decreto universitario creando la Escuela de Ciencias de la
Educación, de la cual Násere fue su primer director.
La Escuela se creó en
Managua con una extensión en Jinotepe para atender la formación de profesores
de las escuelas normales, porque las principales escuelas de señoritas y
varones estaban en Jinotepe y San Marcos.
Escuela
nació sin presupuesto
La Escuela se instaló en
Managua, del Teatro Salazar dos cuadras al oeste, cerca del restaurante
Zanzíbar, y nació sin presupuesto. En los primeros años, el profesorado de la
escuela sirvió gratuitamente las cátedras, y diversos organismos e instituciones
contribuyeron al mantenimiento de la Escuela de Ciencias de la Educación.
Entre esos organismos que
contribuyeron estaban la Unesco --que aportó profesores de primera línea--, la
Embajada de Estados Unidos, que puso profesores de inglés y un laboratorio de
idiomas, la Embajada de Francia también aportó profesores y laboratorio.
La Organización de Estados
Centroamericano, Odeca, fue otra que apoyó al personal; el Ministerio de
Educación, en la época del doctor René Schick Gutiérrez, aportó el mobiliario y
equipos.
Años después, los mismos
profesores y estudiantes presionaron al Congreso para lograr un presupuesto
específico para la Escuela de Ciencias de la Educación, que luego pasó a ser
administrado por la Universidad Nacional de Nicaragua con sede en León.
Los primeros egresados
Dice Násere que dentro de
los primeros egresados que tuvo esa Escuela se encuentran el doctor Francisco
Guzmán, actual rector de la UNAN-Managua; el profesor Julián Corrales, la
profesora Margarita López, y el ministro de Educación, Miguel de Castilla,
entre otros.
Gran parte del profesorado
de la UNAN-Managua egresó de la Escuela de Ciencias de la Educación, “por lo
que la creación de la misma tuvo un impacto tremendo no solamente en la
profesionalización del nivel de Educación Media, sino en el profesorado de las
escuelas normales, las técnicas y las de comercio, y con eso se venció un
atraso de cien años en el desarrollo de la Educación Media”.
“En cambio, el desarrollo
de la educación primaria ya se había dado 80 años antes con la creación de la
Escuela Normal de Granada, una de cuyas alumnas fue precisamente doña Josefa
Toledo de Aguerri”, dijo Násere, quien reafirmó que en 1987 se formaron
profesores del nivel de primaria, pero en la Educación Media había un
profesorado empírico.
Aniversario de la Escuela
de Ciencias de la Educación
Este 5 de julio, la
Escuela de Ciencias de la Educación cumplirá 50 años de fundada
Esta Escuela permitió el desarrollo de la educación, la cual tenía muchos años de atraso. Fue la semilla de la cual nacieron, en 1963, las escuelas de Periodismo y de Psicología.
Esta Escuela permitió el desarrollo de la educación, la cual tenía muchos años de atraso. Fue la semilla de la cual nacieron, en 1963, las escuelas de Periodismo y de Psicología.
Los primeros periodistas
se formaron en un centro que se llamó Taller de Periodistas, que era un
programa impulsado por la Embajada de Estados Unidos. Ese taller estuvo a cargo
del doctor Enrique Porras García, quien de hecho fue el fundador de la primera
Escuela Periodismo.
Cuando se creó la Escuela
de Periodismo de la UNAN, la misma pasó a formar parte de la Facultad de
Humanidades, de la que el profesor Habed fue su primer Decano. Esa Facultad se
integró con las escuelas de Ciencias de la Educación, de Periodismo, de
Psicología y de Trabajo Social.
La recaudación del millón
de córdobas
Una acción importantísima
de la Escuela de Ciencias de la Educación es la actividad que estudiantes y profesores
desarrollaron durante la campaña “Un millón para la Educación”, la cual
consistió en “una colecta popular a nivel nacional, con el fin de recoger
dinero de casa en casa, en las empresas y en las instituciones…”.
“La meta era reunir un
millón de córdobas para la adquisición del Recinto Universitario ‘Rubén Darío’,
por lo que existe ese recinto gracias a la Escuela de Ciencias de la Educación,
ya que la idea original era crear un centro propio para ella, debido a que
nosotros trabajábamos en un caserón alquilado”, dijo el maestro.
Con el dinero recaudado se
adquirieron las tierras donde ahora está la UNAN-Managua, mediante una permuta
que se hizo con los hermanos Luis y Noel Pallais Debayle, quienes eran los
propietarios de las mismas, según confirmó a END el doctor Carlos Tünnerman,
quien en esa época era el rector de la universidad.
En la negociación se hizo
la permuta de la media manzana donada por el Dr. René Schick, y con el dinero
recaudado se compraron 104 manzanas y media, por lo que el patrimonio que tiene
ahora la UNAN-Managua es increíble. “Ahí dimos el millón de córdobas que se
había recolectado con la campaña que organizó el profesor Násere Habed López”,
dijo Tünnerman.
Con el terremoto de 1972
todas las casas donde funcionaba la Universidad en la vieja Managua se vinieron
al suelo, entre ellas las facultades de Ingeniería, Economía, Educación y
Periodismo, pero la UNAN salvó todas sus instalaciones “porque ya estábamos en
el nuevo recinto donde apenas hubo una pared desplomaba, de tal manera, el
‘Rubén Darío’ sirvió de refugio de damnificados en los primeros meses después
del terremoto. El Recinto Universitario ‘Rubén Darío’ se comenzó a construir en
1967, en el Año del Centenario de Rubén Darío. Por eso pusimos la primera
piedra del recinto y le pusimos Rubén Darío”.
Se exploraron varias
posibilidades
Reveló Násere que para la
adquisición de las tierras para construir la universidad, el rector Tünnerman
exploró varias posibilidades de terrenos donde se podría construir la alta casa
de estudios, y una de esas posibilidades fueron las tierras donde ahora está la
Catedral Metropolitana de Managua.
También confirmó el
profesor Habed que debido a problemas con la política no se pudo concretar un
préstamo con el BID para construir las instalaciones universitarias
definitivas.
El profesor Habed lleva
más de 50 años de impartir clases. Actualmente, en la UNAN-Managua, es docente
de Ética y Deontología Profesional en la Escuela de Derecho. Uno de “mis
fuertes es la Ética”, dijo Násere, quien reside en Masaya, aunque cuando el
terremoto de 1972 vivía contiguo a la casa del entonces líder conservador
Fernando Agüero Rocha, que quedaba cerca del Club de Clases.
Cuenta que esa casa la
construyó con un premio mayor de la Lotería Nacional de 200 mil córdobas que se
sacó antes del terremoto de 1972. “Hice la casa, pero el terremoto (de 1972) me
la quitó”.
Cuenta con una serie de
distinciones, entre ellas la Orden Mariano Fiallos Gil del Consejo Nacional de
Universidades; también tiene Honor al Mérito de la Federación de Profesionales
Docentes de la Educación Superior; Placa al Mérito de la Unión Nacional de
Estudiantes de Nicaragua; Broche Guerrillero de la Alfabetización y Medalla del
Décimo Aniversario.
Entre sus obras publicadas
se encuentran los textos “Psicología y educación del niño y del adolescente”,
“El arte de las relaciones humanas”, “Manual de ética y desarrollo
profesional”, “Ética y desarrollo personal del estudiante” y “Apuntes de
Psicología en general”.
Tiene siete hijos, todos
profesionales. Su hijo, Víctor Habed, es profesor de la UNAN-Managua en la
Escuela de Derecho. La primera vez que impartió clases fue en 1954 en la
Escuela Normal Franklin Delano Roosevelt, que estaba ubicada en el costado este
del Estadio Nacional.
Finalmente, el profesor
Habed aprovechó las páginas de EL NUEVO DIARIO para dirigir un mensaje a la
juventud, a la que le dice que “nunca es tarde para el perfeccionamiento y el
desarrollo personal, no solamente en los aspectos profesionales e
intelectuales, sino también en los aspectos morales y éticos que son importantes
en la época que vivimos”.
“Creo que seamos o no
maestros, debemos transformarnos en educadores y contribuir con nuestro
esfuerzo al desarrollo de los demás, y nunca nos demos satisfechos con lo que sepamos”,
terminó diciendo el profesor Habed.
Autor: Edgar Barberena S.
Fuente: El Nuevo Diario
Publicado el 7 de Febrero de 2012
(http://impreso.elnuevodiario.com.ni/2010/02/07/nacionales/118626)
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